28/12/10

¡No a la crucifixión del Galiñeiro!

La Xunta de Galicia ha adjudicado el parque eólico en Serra do Galiñeiro, obviando no sólo que una infraestructura de este tipo destrozará uno de los mayores y más hermosos perfiles paisajísticos de toda la comarca, sino también afectará muy negativamente a todo el conjunto de inmensos valores naturales y culturales del Galiñeiro. Aún por encima, nos suben la luz, y aún por encima la empresa beneficiaria, con un nombre tan sugerente y gallego como Terra do Vento S.L. es una empresa fantasma creada específicamente para participar en el concurso eólico gallego, cuyo único propietario es Element Power España que ni siquiera es tampoco de capital español: su propietaria es el fondo de riesgo norteamericano Hudson Clean Energy Partners, cuyo accionista mayoritario es el banco suizo Credit Suisse.

De nuevo, unos politicastros intentan aprovechar su paso por la administración pública para comerciar con nuestro patrimonio y nuestra herencia de cualquier forma, a cualquier precio, colaborando en la destrucción de los recursos naturales gallegos que más tarde tardaremos años en subsanar, si es que el mal ya no es irreversible. Unos "molinillos de nada" también pusieron en Serra do Xistral destrozando completamente uno de los más bellos enclaves gallegos para darnos a cambio cuatro euros. Ahora pretenden hacer lo mismo con el Galiñeiro, pero le ceden el honor a los americanos y a los suizos.

¡No a la crucifixión del Galiñeiro! ¡Hay que impedir la destrucción antes de que se produzca!



15/12/10

Los mercados y las libertades

A estas alturas del tema, cuando van desapareciendo las oscuras nubes de la demagogia, parece ya reconocerse con meridiana claridad que esta crisis ha sido orquestada por los mercados, organizada y premeditada en los despachos. Esos mismos despachos ante los cuales nuestros gobiernos compiten por arrodillarse, la mayor parte de las veces cómplices, otras actores necesarios para reaccionar de la forma prevista. Todo está saliendo según lo planeado.
Primero, los mercados financieros organizan una crisis de la que salen impunes, inmaculados y reforzados. Se repartieron a priori todo el dinero de los fondos bancarios para poder sustituirlo con dinero de los fondos públicos en una enorme maniobra de desvalijo histórica e inaudita. Le han ganado la partida a nuestros gobiernos, en gran medida porque nuestros gobiernos están a otra cosa (conseguir el poder político o mantenerse en él) y por ello son débiles, encabezados por élites populistas títeres del poder económico, compuestas a partes por cómplices, por incompetentes y por candidatos a ingresar en lo privado dispuestos a hacer todo lo que se les ordene. Unos gobiernos que defienden estar legitimados por una democracia que sólo existe nominalmente, donde hasta en los países teóricamente más aventajados se venden y compran votos en los parlamentos a plena luz del día, y donde el derecho a discrepar del ciudadano ha sido prohibido cuando no sigue los cauces dispuestos para poder ser neutralizado. El sufragio universal como legalizador de la plutarquía: han conseguido apartar los guisantes del plato, utilizando de la democracia solamente aquello que sirva a sus fines.
Segundo, tras crear las condiciones de la crisis haciendo tambalear las finanzas de los estados, poniéndolas al borde del abismo, los mercados especuladores atacan al unísono a los países más expuestos, uno por uno, en varias fases, de modo consecutivo. "Divide y vencerás" es la máxima, potenciada por el hecho de que el resto de países que siguen en pie ayudarán a pisotear al atacado para ganarse alguno de los despojos sobrantes. Europa es el bombón a repartir, porque Europa tiene mucha pasta, Europa adora al Dios del Consumo cuyos sumos sacerdotes son los mercados, y Europa nunca ha estado unida: no hace falta mucho esfuerzo para trocearla y comérsela .
Tercero, "la bolsa o la vida". Una vez que los mercados han desarmado al estado en cuestión, y atacado juntos para que el golpe sea mayor, comienzan a asfixiarlo proponiendo (propiamente, exigiendo) aceptar sus condiciones para el supuesto remedio: la receta es que para imponer una condición hay que hacerla más digestiva exponiéndola como el remedio a un problema; creando el problema, justificarás la necesariedad del remedio: ante el problema de la crisis se propone maquiavelicamente la privatización de lo público (reparto de nuevas áreas de negocio para lo privado), reducción de derechos sociales y estado de bienestar (sanidad, educación, pensiones...), reducción de salarios, facilidad de despido... Supuestamente todas ellas soluciones a un problema artificialmente creado a priori por los mercados, un problema que paradojicamente tiene su origen en el liberalismo capitalista, y el objetivo de lograr mayor rentabilidad, mayores ganancias para una reducida minoría a costa de la ruina de la mayoría. Estados enteros embargados por aceptar créditos de los mercados que ellos mismos han rescatado, el FMI y el Banco Mundial como una nueva ONU fuera de todo tipo de control democrático.
Ni siquiera ha hecho falta usar la palabra mágica ("competitividad") que habían preparado para chinificar nuestras condiciones laborales (China, el gran ejemplo a seguir para los mercados: dictadura+capitalismo). Por ahora, sólo por ahora, les ha resultado suficiente el chantaje impuesto a nuestros gobiernos (débiles, incompetentes y/o cómplices) y la falacia de la "supervivencia" económica para que la mayoría de ellos aceptaran renunciar a nuestros derechos (económicos, sociales y democráticos), por los que tantas generaciones anteriores de ciudadanos han luchado. Una falacia, porque no necesitamos ninguna de estas medidas para sobrevivir sino para condenarnos a malvivir; como solución, solamente necesitamos que los especuladores dejen de desbarrar y asfixiarnos y los gobiernos dejen de justificarlos, "de convencerlos", de tratar de "ganar la confianza" de los atacantes. Es el sistema bancario y financiero quien está colapsando nuestras economías ¿cómo podemos admitir que sea él quien imponga las normas, cómo podemos creer que sean válidas sus soluciones?
El capitalismo salvaje al que están abocando todas nuestras relaciones económicas es la gran amenaza para nuestros derechos y nuestras libertades, que ahora están en juego. Hay demasiado en juego. Y por ello no nos debemos conformar solamente con el derecho y el deber de consumir al que nos relegan. Los mercados especuladores son nuestros enemigos, los gobiernos cómplices de los mercados especuladores son nuestros enemigos. Y nosotros somos, de nuevo, el pueblo que debe luchar contra los enemigos de su libertad para garantizar una democracia real.

7/12/10

Islandia, un modelo

Islandia siempre ha sido un país different: por una cosa, por otra, por otra o por otras muchas, Islandia es ese país que siempre encabeza las listas de las cosas buenas y cierra las listas de las cosas malas, donde el auga sale hirviendo a chorrazos del suelo y una mujer indígena comprometida puede convertirse en el personaje más valorado por la sociedad. Y qué poco sale Islandia en la tele...
Islandia en los años 80 vivió su propia burbuja inmobiliaria que motivó el aumento de la construcción y la inversión: el dinero salía a chorrazos del suelo, pero como las burbujas son burbujas aquí, en Islandia y en Pernambuco, nos hizo boom. Islandia se fue al carallo directamente, quiero decir, hablando con propiedad: el sistema financiero de Islandia (los bancos privados) se fueron al carallo. Casi casi como acaba de suceder en Irlanda. En ese momento se destapó que los bancos privados ingleses y holandeses habían hecho en los bancos privados islandeses una enorme inversión que ahora sería difícil recuperar, por lo que los gobiernos públicos ingleses y holandeses llegaron a presionar tanto al gobierno islandés como para querer declarar a Islandia "organización terrorista" en caso de que unos bancos no le pagasen las deudas a otros. Lo de siempre: los bancos capitalizan las ganancias y nos reparten sus pérdidas, usando los gobiernos como instrumento de aval democrático. En fin, recurrieron aquí a la vía del culebreo "Por qué crearme yo mala imagen si lo puede hacer el FMI", por lo que se pretendió seguir el método de eficacia probada, por ejemplo en Grecia y en tantos otros países: se unta a los gobernantes (por ejemplo, una jubilación futura en un suculento puesto de asesor en una entidad de análisis de cualquier chorrada) y se les "permite" aceptar un crédito del FMI; traducido: el gobernante temporal embarga permanentemente al país aceptando en su nombre un crédito con unos intereses de vértigo. Ese dinero se ingresa directamente en las cuentas de las empresas y bancos privados extranjeros con los que se ha contraído la deuda, y el país se queda esclavizado económicamente para pagar los intereses de un dinero que no ha disfrutado y que, mira por donde, probablemente vaya también a las cuentas de los mismos bancos. Vaya, la conocida "deuda externa" que venimos imponiendo desde siempre al 3º mundo, pero ahora también en Europa y con la guasa de que, como guinda del helado, hemos gastado los ahorros públicos en "rescatar" a esos bancos con los préstamos que ellos mismos nos han dado. La monda.
La diferencia en el caso que nos ocupa es que Islandia tiene un modelo democrático y social como para mojar churros.
La mejor educación, la prensa más objetiva, la población más participativa en las administraciones... todas esas noticias que nos salen aquí en la tele, entre La Noria, el Sálvame Deluxe y el Barça-Madrid. Y eso se acaba notando. Los islandeses no sabían protestar (no lo necesitaban hasta el momento) pero aún así se echan a la calle en espontáneas manifestaciones. La banca islandesa se pone nerviosa, sigue presionando para que se acepte el préstamo del FMI, y Europa (la banca privada europea) pone encima de la mesa el caramelito de que Islandia se integre en la UE por procedimiento abreviado, para así tenerlos con la correa corta: asegurarse de que apoquinan religiosamente. Pero no cuela: los ciudadanos islandeses tienen claro que si la deuda ha sido creada por la banca privada debe ser la banca privada quien pague. Y si no puede, que se vaya al tajo, como todo dios.
Inglaterra (la banca inglesa) aplica entonces a Islandia la ley antiterrorista para congelar sus dineros, poniéndolo en la lista negra junto a Corea del Norte, Sudán o Al Qaeda y repite: elegir, bancarrota o préstamo del FMI e ingreso en la UE. El gobierno, en contra de la voluntad popular, acepta el préstamo. 10.000 ciudadanos islandeses se concentran entonces en la plaza del Parlamento en Reykyavik, con un frío del carajo, gritando "¡No podemos esperar más, los queremos fuera ya!". Si antes querían que se largara la banca especuladora, ahora también quiere que lo hagan los políticos colaboracionistas. Los manifestantes ocupan el Banco Central; el 8 de noviembre un anarquista sube al tejado del Parlamento, arría la bandera islandesa y la sustituye por la bandera de los supermercados Bonus (los más baratos de la isla) representada por la cabeza de un cerdo: si el capitalismo de mercado gobierna Islandia, que su símbolo presida el parlamento: las 10.000 ciudadanos de la plaza estallan en el grito "¡El gobierno es un cerdo sucio y barato!" y más tarde "¡Salvemos Islandia!".
Ante el cariz que están tomando los hechos, el gobierno se ve obligado (recordemos que estamos hablando de Islandia, y allí estas cosas pasan) a convocar un referendum en el que los islandeses deciden por un 90% que:
a) No les dá la gana de pagar la deuda de los bancos privados. Que se la paguen ellos.

b) En cuanto a ingresar en la UE de los bancos: no, gracias

c) En cuanto al préstamo del FMI: que se lo metan directito por el orto. Van a intentar no pagarlo. La banca pier
de, la banca paga. Y el FMI es la banca.
Todo el gobierno islandés dimitirá en bloque. Todo.

Se crea el Best Party, un partido político creado por artistas, músicos, escritores, dramaturgos... y en seis meses se presenta a las elecciones municipales con un programa-performance surrealista en que prometen ser corruptos, pretendiendo una crítica al sistema. El Best Party gana ampliamente las elecciones en la capital del país, y al hacerlo, como todo político corrupto y mentiroso que se precie, renuncia a aplicar todos los puntos de su programa salvo uno: crear una cárcel en alta mar donde encarcelar a banqueros especuladores y políticos corruptos y replantear las bases de su sociedad bajo la óptica del anarquismo para conseguir una mayor participación ciudadana. Poco después, los islandeses eligen a un nuevo gobierno nacional de izquierdas (de izquierdas de las de verdad), que busca replantear todo el sistema legislativo y electoral para que sea más representativo de la voluntad popular, apoya una asamblea autoconstituída de ciudadanos para definir el guión de una nueva constitución más democrática, y exige responsabilidades: en vez de premiar a los banqueros que han llevado el
país al borde del caos, como hace todo país "responsable" de occidente, encarcela a los banqueros corruptos y emite órdenes de busca y captura internacionales para los que se han marchado con sus beneficios bajo el brazo.
Total, respetando absolutamente las leyes del mercado de las cuales los bancos son sus máximos exponentes, dejaron que se fueran al tajo los bancos que se tenían que ir al tajo y aprovecharon la coyuntura para cambiar el modelo social hacia uno más justo y democrático.
Algo totalmente distinto a la forma de solucionar las cosas en Irlanda, que "hizo bien los deberes", "consiguió la confianza de los mercados" y milongas variadas con las que se ha embargado al país. Un modelo que los gobernantes españoles (buen perrito, buen perrito) estan eligiendo como modelo y que la población acepta porque "es lo que hay".
Claro está, los economistas anunciaron el apocalipsis para Islandia. Todos auguraríamos que estas medidas llevarían a Islandia al aislamiento, a la Edad Media. Pero los economistas a sueldo de la banca son como un ligue de discoteca a altas horas: siempre prometen más de lo que finalmente nos darán. Y el resultado de la voluntad democrática islandesa ("anarquista" y "terrorista") frente a la
banca privada, jugando en casa de ésta última, ha sido éste: http://www.elpais.com/articulo/economia/islas/hundidas/banca/elpepieco/20101205elpepieco_3/Tes . Y qué poco sale Islandia en la tele...
Y fueron felices y comieron salmones y arenques.
¿La moraleja? Pues supongo que las sociedades que consiguen un mundo mejor son aquellas que luchan por ello y no se dejan vencer por el conformismo, la comodidad y el miedo al cambio. Los sociedades que logran un mundo mejor son aquellas que creen en el valor de las personas en conjunto y en la esperanza de un futuro preferible, las que están dispuestas a aceptar sus deberes y no solamente a reclamar sus derechos, y las que entienden que los espacios públicos (físicos y éticos) deben ser intocables. Y que los islandeses, como normalmente sucede en casi toda sociedad, tienen los políticos que se merecen, en este caso aquellos que respetan la voluntad soberana de los ciudadanos, y aquellos que asumen sus responsabilidades en caso de equivocación. Si queremos mejor gobierno, deberemos tener a mejores gobernantes y eso sólo puede suceder si tenemos una sociedad más sana. Aunque Islandia no salga mucho en la tele, podríamos parecernos más a Islandia, siempre y cuando comprendamos que parecernos a Irlanda es mucho más fácil.

Una pequeña historia del Sáhara

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3/12/10

Wikileaks

China y Australia bloquean el acceso a Wikileaks, parece que en UK también están en ello. La Interpol dicta orden de busca y captura para Assange porque Suecia lo ha acusado de "violación"... no, primero de violación, luego se le retiró la denuncia... y ahora aparece otra de acoso sexual. Senadores republicanos en EEUU piden que Wikileaks se considere una organización terrorista. Leire Pajín dice que tienen que evitarse más filtraciones para "proteger a las personas", obviamente a las que están en el poder. Un asesor del Primer Ministro canadiense pide desde la televisión que se le asesine! Este es el mundo que tenemos, este es el dominio que pretenden sobre sus súbditos quienes nos gobiernan. El abismo entre gobernantes y gobernados se hace más y más grande.
Wikileaks ha hecho pública información secreta, sí: información que evidencia que la ley no es igual para todos (para nosotros una, para ellos otra) y que la mentira masiva a los ciudadanos que dicen representar es de uso común y cotidiano. "No han aportado nada que no supiéramos", es lo más frecuente que escucho en boca de aquellos periodistas y medios que se han encargado siempre de propagar como verdad sólo las "evidentes" mentiras de unos, y que demuestran así su colaboración con la élite gobernante para mantener la ignorancia del pueblo "soberano". Si ellos ya lo sabían, me parece un poco tarde como para que comenzaran a trasladárnoslo.
Antes suponíamos, ahora sabemos. Esa es la diferencia.
Nos amenazan con supuestos peligros. No hay peligro alguno para la "seguridad nacional" porque quienes manipulan la seguridad nacional son los mismos que nos manipulan a todos, a los ciudadanos chinos, a los ciudadanos argentinos, a los ciudadanos estadounidenses, a los ciudadanos españoles... Sólo podría peligrar el status quo de los gobernantes injustos. Mientras intentan correr tupidos velos por sus vicios, miserias e ilegalidades, asistiremos a cómo todos los mentirosos se alían y conjuran los recursos del Estado para callar de cualquier forma a quien solamente expone la verdad desnuda. Las cloacas de la política en que se mueven aquellos a quienes se les llena la boca con las palabras "libertad" y "justicia" que han vaciado de contenido. Si, como espero, comienzan a publicarse aquellos documentos que evidencien la unión endogámica entre poder político y poder económico todavía me quedará esperanza alguna de cambio.
Sin embargo, creo que asistiremos a la quema del justo en la plaza del pueblo a la hora mandada. Iremos con una bolsa de palomitas en una mano y un voto electoral en la otra. Como es de recibo. "Pensaremos que ese Assange... se pasó un huevo". Comeremos una chocolatina y aplaudiremos con entusiasmo cuando el encargado de sala realice la señal. Miraremos para otro lado mientras arde, no cuestionaremos al nuevo Reich ni de palabra ni de pensamiento con la esperanza de poder salvar de la hoguera al menos el sofá del salón, a nosotros mismos... aunque ya estén rociado nuestras piernas de gasolina.
‎"La reacción de la gente a las filtraciones de wikileaks no es más que la confirmación de que el pueblo es imbécil. Ahora el ciudadano ya no quiere ser un ciudadano libre. Sólo quiere ser un contribuyente tranquilo." Woody Allen
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